miércoles, diciembre 10

un semaforo es suficiente

Rojo, alto, dos niños en el asiento trasero murmurando cosas que a veces solo ellos entienden, carros, más carros, un choque fallido, un pickup que no respeta las reglas de transito, un perro negro con una pechera enorme rodeando casi todo su tronco, una correa y sosteniendola una chica que habla sola, no, más bien canta, canta sin importarle que la vean raro, sonrie a ambos lados al pasar, mi ojos fijos en ella esperando cruzar las miradas y sonreirle como ella lo hace con las personas que se topa, una mirada parpadeante, casi sin poder sostenerla, unos ojos blancos, blancos por completo, ese blanco que hace que mi corazón se detenga , que me hace sudar frio, evidentemente ciega, glaucoma, muy seguramente congenito, esa pequeña alteración cromosómica que pone de cabeza a quien la conoce, la mirada que nunca hubiera deseado ver en mi hijo cuando era sólo un bebe, las lagrimas que brotan como si se hubiera activado algún botón, el viento sobre mi cara, la esperanza, el dolor, el miedo; verde......un momento en un semafóro es suficiente para hacer contacto con el ser interior, ese que sabe todo de mi, que sabe que soy valiente, pero que también sabe que como mamá no concibo un sólo segundo de dolor para mi hijo, una oración, una vocecita que me dice, no llores mami, te Amo y voy a estar bien, Cómo le reprocho a Dios por ese angel que mando a mi vida?, un carro que se detiene apenas puede, una mamá que baja y va al asiento trasero, un abrazo que une al cielo y la tierra, un enano que se incorpora al abrazo multitudinario, dos seres hermosos que dios me presto para recordarme que cada momento en esta vida, tiene sentido