lunes, enero 26

tengo una hija...

si, soy mamá de una hermocha cosa fina, una salchicha coctelera, lo que pasa es que me regalaron una perrita, mezcla de un salchicha y una común y silvestre, tiene un mes y es bella, tiene dos días en mi casa y ya es dueña de todo aca, mi marido la acepto perfecto, es más, hasta duerme con nosotros, le cabe en una mano,
es educada, avisa para que la baje a hacer sus necesidades y busca el periodico para no ensuciar, mis hijos la adoran y ella se adapto perfecto a la familia, a mis gritos a sus llantos y hasta al papá, yo que empeze el año sin niños en la cama y esta me convencio con una mirada de
-andale si- para que la metiera entre nosotros jajaja, ya llego la cherry que le faltaba a mi pastel.

las etiquetas... parte II

No quize sonar complicada en esa descripción, sólo que me choca que me quieran etiquetar a mi o a cualquier persona, nadie en esta vida es mamona nada más, ni es linda nada más, ni es bonita o fea, cada actitud es resultado de una serie de sucesos en la vida de cada ser humano, (como el que me hizo escribir esa entrada)hay que pensar antes de hablar o como dice mi marido, hay que conectar la lengua con el cerebro al momento de hablar de alguien más y un beso para los que piensan que soy mamona, no siempre, solo cuando ando en mis días o cuando me encabrita algo y cuidado los que piensan que soy linda jajajaja, por que a veces ni yo me aguanto, netaaaa, Ya se que muchos piensan que no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión, pero deberiamos darnos chance de conocer a la persona de la que vamos a opinar.